martes, 22 de febrero de 2011

La injusticia de Juanma



Me ha costado escribir este artículo, pero veía necesaria una reflexión respecto a este asunto. No me considero el mayor defensor de Juanma precisamente. Muchos palos se ha llevado, míos unos cuantos, quizás demasiados. Pero una cosa está clara, el canario ha cargado con más críticas de las que realmente merecía.

El equipo no funcionaba, la dinámica tampoco era la mejor. Se perdía partido sí y partido también. Se encajaban demasiados goles y el objetivo del primer puesto se alejaba, ni siquiera se veía ya posible meterse en playoff como cuarto clasificado. Los pitos del Carlos Tartiere en torno a Juanma fueron aumentando con el paso de los partidos. Es lógico que la afición se pusiese nerviosa, ya que el objetivo del ascenso se iba diluyendo poco a poco, pero los pitos e insultos hacia un jugador de tu propio equipo, en el 99% de los casos no ayudan. Juanma pagó por la incapacidad de todo el equipo y de los entrenadores (primero con Pichi y después con José Manuel). A tal punto llegó la presión, que llegó a hacer un gesto despectivo hacia la grada del Tartiere, aunque bien es cierto que posteriormente pidió disculpas admitiendo que no era justificable.

Por suerte la situación ha cambiado. La llegada de Pacheta al banquillo azul ha supuesto una renovación en la confianza de los jugadores. Quizás nos ciegue la ilusión de ver a alguien competente en el banquillo, pero en un principio el equipo está más unido, cree en su entrenador y cree en sí mismo. Y Juanma, titular el domingo ante el Eibar, cuajó un buen partido. Sentí una sensación de alivio cuando le vi salir entre aplausos del Carlos Tartiere, creo que es lo que necesitaba para soltarse un poco. El chaval no se merecía cargar con las culpas de todo el equipo, y por fin la situación parece que se ha arreglado.

Juanma no es el mejor lateral izquierdo del mundo, ni muchísimo menos, pero es nuestro lateral izquierdo y hay que confiar en la plantilla. Y aunque el rendimiento del canario no ha sido el que todo el mundo esperaba en verano, estoy seguro de que puede ofrecer bastante más de lo que hemos visto hasta ahora. Es posible que la mejoría se deba al buen rendimiento de Nano en la banda izquierda. Manu Busto jamás ha bajado a ayudar al lateral cuando jugaba en banda, y sin embargo el ex del Cádiz sí que lo hace, esto es muy importante para que el contrario no coja al lateral en un dos contra uno. Que nadie se confunda, no es cuestión de sentar o no a Ernesto, que por cierto el otro día no estuvo muy fino. Lo ideal es tener a dos profesionales luchando por un puesto, para que la competencia entre ellos haga subir el nivel. Ernesto sí y Juanma también. Creo que es hora de remar todos en la misma dirección.

Fotografía: rtpa.es

domingo, 20 de febrero de 2011

El efecto Pacheta dio resultado

realoviedo

Incertidumbre y a la vez ilusión es lo que sentía el oviedismo con la llegada de Pacheta al banquillo azul. Después de cuatro meses sin ganar en el Carlos Tartiere, el nuevo técnico ha conseguido una importantísima victoria ante el segundo clasificado, el Eibar. El efecto Pacheta parece que ha funcionado.

REAL OVIEDO 2-1 SD EIBAR

La afición recibió al equipo entre aplausos, a excepción del grupo Symmachiarii, cuyo sitio se encontraba vacío, ocupado únicamente por una pancarta que decía: "Una temporada sin actitud, 20 minutos sin animación". Pacheta comenzaba así su nueva etapa como técnico carbayón. La principal novedad era la vuelta de Juanma al equipo titular después de su último mal partido en el Carlos Tartiere, llegando incluso a encararse con el público y pidiendo disculpas posteriormente.

Comenzó fuerte el Oviedo, se vio un juego que no se había visto en toda la temporada. Transiciones muy rápidas y una idea muy clara, llegar al área contraria con la menos cantidad de toques posibles, buscando la espalda de los centrales. La insistencia en ello dio sus frutos, y en el minuto 7 Aitor Sanz, con un pase en largo, dejó sólo a Xavi Moré, que batió a Xabi Irureta con un disparo cruzado al poste izquierdo, una milésima antes de que llegase el central, y pudo el uno a cero en el electrónico.

El dominio azul fue claro y al decir verdad, daba la impresión de que el Oviedo era el segundo clasificado y no al revés. Una jugada por la banda derecha acabó en un clarísimo penalti no pitado por el colegiado. Miguel intentaba adentrarse en el área cuando el central del Eibar detuvo en dos ocasiones el balón con su brazo. La actuación arbitral dejó mucho que desear.

Quizás en algún momento se intentó llevar a cabo un juego demasiado acelerado, y en consecuencia impreciso. Pero es algo normal, ya que es el primer partido en toda la temporada que el equipo sabe a lo que juega y Pacheta tan sólo lleva cuatro días en Oviedo. El ritmo no cesó, el Oviedo atacaba sin cuartel y Aulestia a penas tenía trabajo en la portería. Todo eran buenas noticias para el conjunto azul, que cuajaba sus mejores minutos de juego desde la temporada pasada. Cabe destacar la buena actuación de Pascual en el centro del campo, dotando al equipo de unos cambios de juego que no se habían visto en toda la temporada.

En el minuto 46 Jorge Perona anotaba de penalti, que el mismo había provocado, el dos a cero. La alegría en las gradas se notaba, y la afición despidió en el descanso a los suyos con aplausos en el descanso. No así Pacheta, que se fue al túnel de vestuarios realmente enfadado. Esa es la actitud inconformista que se espera de un entrenador en el Real Oviedo.

En el segundo tiempo el dominio continuó, pero sólo en los primeros minutos. Poco a poco el físico fue obligando a los jugadores a bajar el ritmo. Pero aún así, el Real Oviedo llegaba con más peligro al área rival que el Eibar. Un buen centro por la izquierda de Nano, que se vació durante el partido, acabó con un acrobático remate de Perona que se fue por encima del travesaño. Tuvo también Miguel en sus botas el tercero, pero se dejó caer en un choque dentro del área y recibió tarjeta amarilla.

Xavi Moré, muy cansado, se retiró del terreno de juego para dar entrada a Jandro. Jugador por jugador, Pacheta confiaba en el 4-4-2. Pero los minutos siguientes el Eibar comenzó a comerle terreno al conjunto carbayón, y el técnico burgalés realizó el segundo cambio. Dio salida a Pelayo y quitó a Miguel para ganar presencia en el centro del campo con un 4-5-1 con Perona sólo en punta.

Pero Diego Cascón anotó para el Eibar en el minuto 72 gracias a un penalti inexistente. El árbitro pitó penalti y no es que no hubiese mano, sino que la mano había sido del propio jugador del Eibar y no del defensa azul. Dos goles a uno y varios minutos por delante aún, en la grada se quedaban sin uñas que morder.

Lejos de esconderse, el conjunto de la capital del Principado dominó los minutos finales, en los que dispuso de varias ocasiones para cerrar el partido. Dos fuertes disparos de Pascual y Nano fueron detenidos por el portero del Eibar, Xabi Irureta. Al final, tres puntos de oro que sirven para mantenerse lejos de los puestos de descenso. El efecto Pacheta ha funcionado.

ALINEACIONES:
Real Oviedo: Aulestia; Víctor Díaz, Negredo, Jorge Rodríguez; Juanma (López Ramos, minuto 85); Xavi Moré (Jandro, minuto 65), Aitor Sanz, Pascual, Nano; Miguel (Pelayo, minuto 74) y Perona.
S.D. Eibar: Xabi; Gañan, Añibarro, Espín, José Rodríguez; Lombraña (Altuna, minuto 55), Ros, Albistegui (Diego Cascón, minuto 67); Otaegi, Cuevas y Alex García (Lanzarote, minuto 46).

GOLES

1-0 | 7' Xavi Moré de disparo cruzado raso.

2-0 | 46' Perona de penalti.

2-1 | 70' Cascón de penalti.

INCIDENCIAS

6.003 espectadores según datos oficiales del club. El ex oviedista Juan Mata, jugador del Valencia, presenció el partido desde el palco presidencial. Césped blando, no se encontraba en las mejores condiciones. El grupo Symmachiarii mostró la pancarta "Una temporada sin actitud, 20 minutos sin animación", y no acudió a su habitual fondo hasta pasados veinte minutos.

lunes, 14 de febrero de 2011

Orgullosos de lo que fuimos, somos y seremos



Escribo estas líneas consciente de que hace menos de 24 horas, el Real Oviedo recibió la mayor humillación de sus casi 85 años de historia. No se puede describir lo que se siente al ver a tu equipo del alma perder contra el filial del eterno rival, sin idea alguna y haciendo el ridículo (como viene siendo habitual) en tu propia casa, en tu estadio.

Personalmente no tengo nada que reprochar a los jugadores, mientras se dejen la piel en el campo (y ayer lo hicieron) no les criticaré. Al menos pusieron garra y pelearon lo que pudieron. Pero la realidad, la cruda realidad, es que una plantilla confeccionada, en un principio, para acabar como primeros de grupo, está empatando actualmente con otros cinco equipos, en posición de promoción de descenso a tercera división.

Esa cruda realidad nos confirma lo que ya todos sabíamos. El director deportivo y ahora entrenador, José Manuel Martínez, sin mérito deportivo alguno para ocupar el puesto que tiene en un club como el Real Oviedo, no tiene capacidad ni para entrenar, ni para mucho menos llevar la dirección deportiva de un club que aspira a subir a segunda división para alcanzar el sueño de regresar a primera.

2.724.000€, lo pondré con letras también: dos millones setecientos veinticuatro mil euros es el presupuesto del Real Oviedo para esta temporada. 130.000, vuelvo a las letras: ciento treinta mil euros, es lo que cobra mensualmente la totalidad de la plantilla. ¿Cómo una plantilla confeccionada para acabar primero puede acabar luchando por no bajar a tercera? ¿Se puede ser más inútil? ¿Se puede tener menos idea de fútbol? ¿Cómo se puede sacar ayer semejante equipo al terreno de juego? El entrenador rival se muestra en las horas previas al partido preocupado por Manu Busto y nuestro 'técnico' le deja en el banquillo. Doble cambio preparado para el minuto 65', los jugadores ya esperando. Tres faltas seguidas, tres, a favor de los carbayones. Todo el mundo sabe que por la dificultad de marcar al rival en condiciones era el mejor momento para hacer los cambios. Pues José Manuel tuvo esperando a los dos jugadores, nada más y nada menos, que 7 minutos en la banda, parados. Para eso ni les mandes a calentar.

Muchos valientes ayer en el Tartiere, más de ocho mil. Para ver como el glorioso escudo de nuestro club era pisoteado y la camiseta arrastrada por el césped de este bonito pero maldito estadio Carlos Tartiere. Ayer muchos oviedistas se llevaron la mayor desilusión en mucho, mucho tiempo. Sé que es una detrás de otra, y que parece que siempre pueden salir peor las cosas. Sé también que llevamos años, muchos, confiando en que algún día el fútbol nos devolverá lo que nos quitó. Pero yo sigo creyendo en ello, me niego a pensar que con todo lo que hemos remado sirva para morir en la orilla.

Lo digo más alto y claro que nunca. Estoy orgulloso de ser oviedista. Orgulloso de compartir este sentimiento que tenemos miles de asturianos. Orgulloso de haber visto a mi equipo jugar contra el Mosconia, y contra el Navarro, y seguir animando. Orgulloso también de no abandonar jamás, de haber estado ahí cuando más me necesitaba mi equipo. No abandoné en su día, y no voy a abandonar ahora. Por todo esto, que jamás podrán entender (ni sentir) los que ahora se burlan, la cabeza bien alta, y a presumir de oviedismo como siempre hemos hecho. Las vergüenzas para los de arriba.

Orgullosos de lo que fuimos, SOMOS y seremos.


lunes, 7 de febrero de 2011

Il ritorno del Bambino d'oro




Más que el hat-trick del sublime Leo Messi, y más que los dos goles del poderoso Cristiano Ronaldo, la vuelta de Il Bambino d'oro es una de las mejores noticias para el mundo del fútbol. Ricardo Izecson dos Santos Leite, a quien todo el mundo (en el ámbito futbolístico) conoce como Kaká, ha regresado con fuerza tras su lesión de seis meses.

Leo con asombro decir que su mejora en los últimos partidos es un espejismo, que Kaká lleva cuatro años arrastrándose y que jamás volverá a ser aquel jugador de ensueño que maravilló al mundo y ganó el Balón de Oro en el año 2007. ¿Cuatro años arrastrándose? Las dos últimas temporadas en el Milán el brasileño anotó 19 y 16 goles con la camiseta rossonera, números más que destacables para un media punta.

Su llegada al Real Madrid se vio relegada a un segundo plano con el aterrizaje de Cristiano Ronaldo. Se dijo en su momento que era el fichaje que mejor iba a cuajar en la entidad merengue, y argumentos no faltaban, pues al contrario que el portugués, Ricardo es un chaval trabajador, discreto, religioso y que da un gran valor a la familia y los amigos.

Sin embargo, su primer año en el Real Madrid no fue lo que se esperaba de un jugador de su talla, no le salían las cosas al brasileño. Y aunque mostraba destellos de su enorme calidad, no terminaba de convencer, ni al madridismo ni a sí mismo. No hablaré de números, ni estadísticas. Es obvio que Kaká no cuajó un buen año, quizás la famosa pubalgia se lo impidiese, pero el Bernabéu quería ver más de un jugador al que estuvieron años esperando.

Pasado el mundial, Kaká decidió operarse, lo que le mantuvo alejado seis largos meses del terreno de juego. Volvió a enfundarse la elástica blanca el 3 de enero contra el Getafe, sustituyendo a Benzemá, y causando buenas sensaciones. Tan sólo su vuelta ya era una buena noticia, pero poco a poco el brasileño fue cogiendo minutos y continuidad, y al fin recuperó la confianza en sí mismo.

Ayer vimos a un Kaká que hacía tiempo no veíamos. Pudimos hacer lo que aficionado al fútbol desea, disfrutar su elegancia, su creatividad, y su exquisita calidad técnica, combinados para realizar sus poderosos cambios de ritmo, y cogiendo las riendas del juego ofensivo del Real Madrid junto con Özil, desmontando el mito de que estos dos jugadores son incompatibles.

Por el bien del fútbol esperemos que haya vuelto para quedarse, bienvenido de nuevo Ricardo.

domingo, 6 de febrero de 2011

De donde no hay...


Miranda del Ebro acogía el partido del Mirandés contra el Real Oviedo, con la única representación de Pablo Bastida (Mediasports) por parte del conjunto de la capital del Principado. El equipo local es el tercer clasificado, y el Real Oviedo ocupa actualmente el decimosegundo lugar, con bastante más pena que gloria.

Poco se puede decir de un partido que no fue televisado (aún no se saben las razones, supongo que cosas de la TPA), pero por lo que narraban los comentaristas de radio, más de lo mismo. Nada cambiaba respecto a los últimos partidos. Ni un tiro a puerta en toda la primera mitad, y a penas un par de ellos en la segunda. El Mirandés dominó el partido y las ocasiones, y terminó marcando el primer tanto. El técnico (por llamarlo de algún modo) del Real Oviedo, José Manuel Martínez, realizó unos cambios dignos de la clase de entrenador que es: totalmente absurdos. Acabaron jugando juntos Miguel, Rubiato, Perona, Manu Busto y Nano. Hasta un niño de diez años con el Football Manager sabe que no por poner más delanteros metes más goles. Y por supuesto, cayó el dos a cero. Derrota y a pensar en el siguiente partido, una humillación más contra el Sporting B.

Sigo pensando que la solución es quitar medio equipo titular y poner a los chavales del Vetusta. No sé si tendrán más o menos calidad (que Nano y alguno más seguro que sí), pero de lo que estoy seguro es de que se dejarían la piel en el campo. Y no traicionarían nuestro lema, 'orgullo, valor y garra'.

Pinta mal, muy mal el panorama para el conjunto carbayón. Mientras José Manuel Martínez siga estando (que no ejerciendo) en el puesto de entrenador, el futuro es completamente negro. Hoy por hoy, el Real Oviedo es el mejor de los peores. Ocupa el decimosegundo lugar de la tabla de clasificación, seis puntos por encima del último, pero a ocho del decimoprimero. Los jugadores, salvo contadas excepciones se muestran faltos de confianza, normal por otra parte, ya que esta te la da tu entrenador, y hoy en día este club carece de uno.

La marcha de Alberto González ha de producirse cuanto antes, y si es ahora, mejor que en Junio. Algunos rumores apuntan a que Jose Antonio García podría estar negociando con un inversor de Miami la compra de las acciones de Alberto González. Pero a día de hoy son sólo eso, rumores.
La situación podría volverse aún más tensa si se pierde el juicio contra La Caixa, ya que de ese dinero dependen las nóminas de empleados y futbolistas, entre otras cosas. No sólo por un descenso deportivo hay que temer, la sombra del descenso administrativo en 2003 se cierne sobre el conjunto azul, esta vez con muchas menos posibilidades de sobrevivir a él.
Mucho tiene que cambiar la situación. El oviedismo pide a gritos un salvador.