jueves, 16 de febrero de 2012

Sobre traidores y engendristas

Si pronunciamos en Oviedo las siglas ACF, lo más probable es que nos encontremos con una cara de desaprobación, de rechazo o, incluso (y más probable), de asco. Y no es para menos, yo mismo lo hago cuando me lo mencionan. El 'proyecto ilusionante' que el ex alcalde de Oviedo, Gabino de Lorenzo, creó para suplir y acabar de matar (sin éxito) al histórico y querido Real Oviedo, no sentó muy bien a la afición azul, que se aferró como nunca al equipo de siempre, al único Oviedo, al de verdad.

Cervero, Kily, Jandro o Paul son algunos de los que, allá por 2003, decidieron quedarse en el club, en su club: el Real Oviedo (recalco el 'Real' por la importante connotación que tiene en este contexto). Sin embargo, otros muchos abandonaron el barco y se fueron en cuanto tuvieron oportunidad. Varios de esos muchos se fueron al (Oviedo) ACF, apodado por la afición oviedista como 'el engendro'. Y éstos canteranos, ex jugadores o iconos (supuestamente) oviedistas que huyeron y dejaron tirado a su equipo, son los llamados engendristas.

"Qué miedo nos tenéis. El cadáver sigue apestando y nosotros a esperar vuestra procesión funeraria, que será en poco tiempo", "qué poco os queda, a ver si desaparecéis de una maldita vez, el Real Oviedo es inviable". Son frases que se podían escuchar o leer por aquel entonces de boca de los que apoyaron el proyecto engendrista. Pero hubo casos más dolorosos, sin duda. Uno de los que más, el de Berto, que con 447 partidos ostenta el récord de encuentros disputados con la camiseta azul. El ex capitán 'motorín' Berto se despidió del (viejo) Carlos Tartiere con una ovación que pocos futbolistas reciben. Pero quizás aquella atronadora ovación le afectó a la cabeza, o más bien, a los sentimientos. Cinco años después, Berto firmaba por el Oviedo ACF, dando un duro revés a la ya maltratada afición oviedista (la otra llamémosla acefista). "El Real Oviedo no tiene ningún futuro, no tardará en desaparecer", declaró el que otrora fue símbolo e ídolo carbayón. Por supuesto que no fue el único, ahí están los Carrete, Argila o Sará, entre otros, pero esto se haría demasiado largo y extenso y, además, Berto representa perfectamente todo lo que ocurrió en la capital asturiana durante aquellos (negros) años en los que el Real Oviedo necesitaba más ayuda y apoyo que nunca.
Quiero hacer una mención especial a Carlos Muñoz, o 'Carlos gol', símbolo de la que probablemente fue la mejor época del club, de aquel Oviedo que llegó a jugar en Europa. Parte del la afición carbayona le coloca, en lo que a oviedismo se refiere, a la derecha de Berto. Aquí discrepo, ya que Carlos nunca mostró su apoyo al ACF. Seguramente se le pueda reprochar que no se posicionase claramente del lado oviedista, es decir, que optara por el silencio. Es más, yo lo hago. Pero en ningún caso me parece comparable al caso de Berto.

Después están los canteranos que, habiendo huido en su momento al ACF, volvieron (y siguen volviendo) al lugar que jamás debieron abandonar, el Real Oviedo. Craso error, pues no todo el mundo perdona y/u olvida lo que pasó. Que en la cantera de El Requexón se premie a los que en 2003 abandonaron la nave azul es algo incomprensible. Como lo es también insultar a un futbolista de tu propio equipo que estuvo en el ACF, sí, pero que en aquel momento tenía doce años. ¿Quién con doce años es capaz de tomar una decisión de tal calibre sin riesgo de equivocarse? Seguramente muchos oviedistas de corazón, pero también muchos no son capaces. Estamos hablando de una edad en la que las decisiones, para bien o para mal, las toman los padres. En este punto considero que no es justo que ciertos jugadores carguen con el peso de una decisión que no tomaron.

Seguramente leas esto y pienses distinto a mí, es normal, como es normal que a alguien le ofendan algunas líneas. Es un tema muy complejo y no pretendo hacer un análisis detallado, pero sí expresar mi opinión al respecto. Al final, todo se reduce a la vara de medir que utilice cada uno para valorar todo lo que desencadenó el desastre de 2003, que fue mucho.


"El oviedismo perdona, pero no olvida." No sé de quién es esta frase, pero la haré mía para acabar este post.