viernes, 14 de octubre de 2011

Athletic, premio romántico


Voy a empezar con una obviedad, el Athletic de Bilbao no es el Real Madrid de Mourinho. Tampoco, evidentemente, es el Barcelona de Pep Guardiola. Pero una vez que tenemos esto claro, conviene recordar que el Athletic no necesita ser ninguno de los dos. El Athletic, es el Athletic, con todas las letras.

Estaría bien explicarle algunas cosas al pequeño oviedista que acudirá al Tartiere el 8 de diciembre a ver la eliminatoria de Copa del Rey, a ese niño cansado de ver jugar a su equipo contra Coruxos, Montañeros, Lemonas o Guijuelos (con todos los respetos). Debemos explicarle que el Athletic no se trata de un equipo cualquiera, con una historia cualquiera, ni siquiera tienen una afición o un estadio cualquiera. Quizás el niño preferiría ver a Cristiano Ronaldo, Messi o Casillas en el Tartiere (yo también deseo verlos algún día, significará que hemos vuelto). Pero me parece que es una ocasión de oro para hacerle ver que no todo es Madrid o Barça. Que el fútbol antes era más plural y también (dicho sea de paso) que esto es lo que nos toca por historia, no lo que sufrimos ahora. Hacerle entender que algún día le diremos adiós a la Segunda B (incluso a la Segunda) y que volveremos a jugar contra equipos como el Athletic y no contra su filial en Lezama. También (cómo no), que algún día volveremos a ganarles. Hace 10 años (foto), Onopko sacaba de quicio a Urzaiz y el Oviedo ganaba 5-0 a los rojiblancos. Eso es lo que hay que transmitir a los chavales.

Nos ha tocado en la eliminatoria al segundo equipo con más Copas del Rey en su haber, después del Barcelona. Tras 10 años arrastrándonos por el infierno de Segunda B y Tercera, creo que nos merecemos disfrutar un poco con estos dos partidos. Nadie espera que pasemos, tan sólo hay que disfrutarla y saborearla, tal y como se merece un partido en San Mamés, en la Catedral, tras tantos años. Y más teniendo en cuenta que, por desgracia, no podremos volver a pisarla como equipo de Primera división.

Dicen que el fútbol en San Mamés no sólo se puede ver, sino que se puede sentir y respirar. Quizás, por eso los románticos (yo me lo considero) disfrutaremos aún más si cabe. No tengo ni la menor duda de que habrá un desplazamiento masivo desde Oviedo. No es para menos. Dos históricos de Primera, dos aficiones de diez. Es un desplazamiento cercano y un viaje agradable. Se juntan todos los factores para que se cree un ambiente perfecto en Bilbao. Pero de momento, toca pensar en el Vecindario, nuestra realidad de momento es otra, el grupo I de la Segunda B.