Jorge Díaz Carreño (Avilés, Asturias, 1992) dio los primeros golpes con una pala de pádel a los 11 años en el Real Club de Tenis de Avilés. La espectacular progresión que mostró y el apoyo de sus padres sirvieron para que este joven avilesino se colase entre los mejores en el año 2009, consiguiendo proclamarse subcampeón del mundo de la categoría ‘junior’. Recientemente ha sido fichado por un equipo navarro con el que se ha ganado el campeonato de Navarra y se ha clasificado para el Campeonato de España.
Pregunta.-Sigue jugando y disfrutando. ¿Hasta dónde tiene pensado llegar?
Respuesta.- Bueno, la verdad que mis estudios no me han dejado jugar este año todo lo que yo hubiese querido, pero este verano intentaré jugar todos los torneos del Pádel Pro Tour intentando clasificarme para el cuadro final en alguno de ellos. Por otro lado, seguir disfrutando de este deporte que es uno de los que más de moda se está poniendo y está empezando a ser practicado por muchísima gente.
P.- Es usted además monitor nacional de pádel. ¿Se puede vivir hoy en día de este deporte?
R.- Como profesional está bastante difícil por el momento. Tan sólo las parejas mejor clasificadas en el ranking pueden vivir de los torneos y sponsors. El resto de jugadores tenemos que conformarnos con dar clases o directamente estudiar. El pádel es un deporte que está creciendo, pero todavía no ha explotado como se merece. Este año se ha metido de lleno Bwin como patrocinador del circuito y seguro que los premios mejorarán. Sin embargo, para mí lo que hace falta es una mayor presencia de la televisión.
P.- Si tuviese que elegir un momento de entre todos los que ha vivido hasta ahora relacionado con este deporte, ¿cuál sería?
R.- Sin duda el Campeonato del Mundo de 2009. Fue un torneo especial. Para mí algo muy importante es que todos mis amigos me llamaban después de cada partido para ver cómo había ido y animarme. La final fue televisada y todos ellos, mi familia y demás conocidos pudieron ver el partido desde su casa y cuando regresamos a Asturias todos nos felicitaron por el campeonato.
P.- Fue un campeonato extraño, ¿verdad? Después de ganar en semifinales a los favoritos del torneo llegó la derrota en la final, sorprendentemente contra una pareja a priori más fácil de vencer.
R.- La fase de grupos la pasamos sin muchas complicaciones. Tuvimos unos cuartos de final durísimos ganando en el tie-break del tercer set tras 3 horas de partido y sin mucho tiempo para descansar volvíamos a estar en el club para jugar las semifinales contra los número uno. Veníamos perdiendo todo el año con ellos y no pintaba muy bien la cosa ya llevábamos un gran desgaste físico. Fuimos de menos a más durante todo el partido y al final, cansados y acalambrados, conseguimos pasar a la final contra la pareja número dos a la que ya habíamos ganado en otras ocasiones. En el partido más importante de mi vida, sólo puedo decir que fueron mejores que nosotros. No sé si fue el cansancio o la mentalidad de ya haber cumplido al haber ganado a los número uno, pero no jugamos un buen partido.
P.- ¿Y si tuviese la oportunidad de borrar uno de esos momentos?
R.- No borraría ninguno porque creo que es de esos momentos de los que se aprende. No hay ningún buen jugador que no haya pasado ninguna dificultad, de hecho es de lo que más tengo que aprender.
P.- El pádel es un deporte que se juega por parejas. ¿Cómo es la relación con su compañero, Guillermo Santos?
R.- Excelente. Siempre hemos sido amigos y nos hemos llevado muy bien. Los dos tenemos nuestros defectos pero sabemos adaptarnos el uno al otro y lo más importante dentro de la pista es que ninguno intenta destacar por encima del otro. El día que salió la posibilidad de jugar juntos, sabía que sería para bastante tiempo. Ahora a pesar de la distancia, cada vez que vuelvo a Asturias jugamos juntos y como te dije antes, tenemos pensado jugar todo el circuito juntos.
P.- ¿Qué le diría a los defensores del tópico: ‘Un buen jugador de pádel es un jugador de tenis frustrado’?
R.- Les diría que no tienen ni idea de ninguno de los dos deportes. Es como el fútbol y el fútbol sala. No tienes porque jugar bien a fútbol sala si juegas bien a fútbol, pues aquí es lo mismo. De hecho hay ejemplos de tenistas que han estado entre los 50 mejores de la ATP que se han pasado al pádel y no han triunfado. Ahora bien, ¿es una ventaja? Por supuesto, son deportes que se parecen en algo, pero que también son muy distintos.
P.- Se dice que el pádel es un deporte demasiado cerrado a la clase social alta. Similar al golf. ¿Es esto cierto?
R.- Para nada, no hay más que irse a Argentina donde se produjo el primer boom. Allí, para muchos es su forma de salir adelante y poder vivir. Además es un deporte que cada vez aumenta más su número de practicantes, luego no puede ser cerrado a una clase social alta.
P.- Se está intentando que el pádel sea considerado deporte olímpico. ¿Cree que se conseguirá algún día?
R.-Puede ser, pero falta mucho. Tiene que explotar más aun, tiene que intervenir mucho más la televisión y otros medios y tiene que practicarse más en muchos otros países.
P.- La división generada hace ya años entre la Federación Española de Pádel (FEP) y el Pádel Pro Tour (PPT) dificultó más si cabe ese propósito… La reciente reconciliación es una muy buena noticia.
R.- Sí, por suerte han acercado posturas. A través de la AJPP se ha iniciado un circuito en el que no pueden participar las primeras parejas del ranking. Es una buena iniciativa porque si por ejemplo en un torneo te toca en primera ronda la pareja número 1, te desanima totalmente seguir jugando. En ese aspecto el PPT está hecho un poco para los mejores y no para los jóvenes que quieren mejorar. De esta forma se hace necesario este circuito de ‘segunda categoría’.
P.- ¿Cuál es el secreto para llegar lejos en un deporte como el pádel?
R.- El talento cada vez pasa más a segundo plano. La clave es un buen físico, ser constante en los entrenamientos y a la hora de afrontar un partido duro se hace muy importante una buena táctica. En cuanto a golpes, cada vez cobra más importancia el remate. Sin embargo, para mí el más importante es el globo. Con él puedes controlar el ritmo del partido, ganar la posición de ataque, es el golpe más importante yo creo.
P.- Ha cambiado Avilés por San Sebastián por estudios. ¿Se lleva bien la lejanía con la familia y los amigos?
R.- Al principio me costó bastante, pero con el tiempo me fui acostumbrando y lo que más echo de menos es a mis amigos y a mi familia. También tiene su parte positiva, aprendes a vivir sólo, que es importante para todo y tienes un poco más de libertad que siempre viene bien (risas).
P.- ¿Cómo compatibiliza los estudios con los entrenamientos y los campeonatos?
R.- Allí me cuesta bastante porque los estudios me quitan muchísimo tiempo. Sin embargo intento sacar tiempo de donde sea para entrenar con Alfonso Zayas y hacer físico por mi cuenta.
P.- Para acabar. ¿Cuál es su jugador favorito del PPT? No hay quien baje de ahí a Belasteguín y Juan Martín, aunque Lima y Mieres les siguen de cerca…
R.- Para mí el jugador más adecuado en el que fijarse es Belasteguín. Es un jugador que lo hace todo perfecto. Pablo Lima tiene un gran futuro y Juani Mieres y Juan Martín tienen un talento increíble. Pero a mí el que más me ha gustado desde que empecé es Cristian Gutiérrez. Tiene una mano y una facilidad que no la tiene nadie. También está Sanyo Gutiérrez y un poco más abajo te diría que te fijaras en Álvaro Cepero.
P.- Muchas gracias por su atención. Un placer.
R.- Muchas gracias a ti por este rato Carlos. Saludos.
